Sin internet no tengo radio, ni periódicos, ni tv, veo con dolor de mi alma como mi ritmo de lectura disminuye, la cantidad de filmes que puedo ver a la semana se acerca peligrosamente a cero. En fin, un desastre. Pero, ya he visto el cielo otra vez. ^ ^
Todo el mundo está por aquí en preparativos de semana santa. Que se van para la playa, para el río, a casa de la abuela, a la montaña, a la ciudad de al lado. Y yo, que me gusta ir contra la corriente, me froto las manos pensando en que a partir de mañana tendré la ciudad más tranquilita del mundo. Uy, que placer despertar con el trino de los pajaritos, nada del sonido de las guitarras eléctricas entrando por mi ventana y rompiendo en mil añicos mi dulce sueño.
Mi parque favorito, el de las palomas, será completamente mio, miooo, jejeje, bueno por unos días. Cuatro días de lecturas idílicas en mi balcón colonial. Oh, me acerco al Nirvana. Que más se puede pedir?
Y tú que harás en Semana Santa. Disfrutas de la soledad o te vas a la playa?
Entre las cosas que estoy leyendo ahora, se encuentran los poemas de Dulce María Loynaz.
Poeta cubana, mi preferida de siempre. Publicó a los diez y siete años sus primeros poemas, allá por los lejanos años 20. Premio Cervantes en 1992. Amiga de Federico García Lorca, de Gabriela Mistral, de Juan Ramón Jiménez. Voz única, mi Dulce María.
Un amor indeciso se ha acercado a mi puerta...
Y no pasa, y se queda frente a la puerta abierta.
Yo le digo al amor: Qué te trae a mi casa?
Y el amor no responde, no saluda, no pasa...
Es un amor pequeño que perdió su camino:
venía ya de noche...Y con la noche vino.
Extraño amor sin rumbo que me gana y me pierde
que huele las naranjas y que las rosas muerde...
Que todo lo confunde, lo deja...Y no lo deja!
Que esconde estrellas nuevas en la ceniza vieja.
Buena semana santa para todos/as!